EL MASNOU
En Masnou se respira su historia en todas partes. Se la describe como la historia de un pueblo de veleros y habaneras, de banderas y sardanas y de dulces sueños para los visitantes, con un extraño olor a humo, a chamusquina y a salitre donde se podía oír la música del Casino con tanta claridad que parecía como si todo el pueblo se hubiese convertido en una sala de baile. La fiesta mayor trae recuerdos de cucañas, tómbolas benéficas, oficio solemne, partidos de fútbol, campesinos y mambos, valses y boleros mezclados en el baile del envelat. Junto al ruido del oleaje o del viento y el pitido de los trenes, eran y algunos son aún, la música del pueblo.
Subiendo los pintorescos callejones nos encontramos con el Museo Mina del Agua construido por su gente para preservar su patrimonio, que también crearon la Primera Escuela de Modelado a Escala de Barcos o una de las dos únicas bodegas mundiales a nivel del mar. Entre sus muchas joyas: Ca l’Antic, Can Teixidor, Ca l’Amat, Can Targa, Iglesia parroquial de St. Pere, el Casino, Ca l’indià, Ca n’Humet, el Museo Náutico y el Museo de Farmacia. Sus destilerías se especializan a finales del siglo XIX en la creación de la ginebra Tann’s Gin, el ‘Melody’ Liquor Catalan Crème, ‘Anís el Gato’ o sus viñedos en el Cava ‘Marqués d’Alella’ Parxet rosado.
Visitaremos: El casco antiguo y sus pequeñas acogedoras calles de todas las épocas especialmente de los indianos que iban a América a hacer fortuna y otras bellezas de la época que quedan en el pueblo, como : la Mina de Agua, antiguos Lavatorios, la Casa de Cultura, la Iglesia de Sant Pere, el Casino, el Museo Náutico, el Mercado de productos frescos, saborearemos los deliciosos Masnovins y nos acercaremos a ver las vistas desde el puerto.
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